Blogia
kamala in Patmos

Otra vez los Reyes

Otra vez los Reyes

Ya sé que ahora no pega mucho que salga este tema, pero es que lo escribí en enero. Hoy lo he abierto y lo he estado leyendo. Me da pena que se pierda, y en vista de todo lo que escribo (o sea, casi nada) lo voy a colgar para no perderlo.

Estoy segura de que algunos se sorprenderán, porque yo tan virgo, tan tiquismiquis, tan perfeccionista... pero para ésto soy un caso. Me propongo escribir diariamente. No lo cumplo. Rebajo la dosis a día sí día no. Tampoco. Dejo de proponerme. Entonces no escribo nada de nada. Ay madre, me callo. No me lío más, os dejo eso.

Ya sabéis lo mal que duermo, pero aquella noche se llevaba la palma. Me acostaba nerviosa y claro, después no aguantaba nada en la cama. Sobre las 7 u 8 ya quería levantarme. Un año era muy temprano, y yo no hacía más que llamar a Luna para que se levantara para que me ayudase a despertar a nuestros padres. Yo me acercaba a su habitación, y mi madre se hacía la dormida. Cuando me paraba en la puerta, mi hermana me hacía reír, y yo me tapaba la boca y volvía a mi habitación. Me tiraba a la cama a reír y después me volvía a levantar. Así me pude tirar un buen rato. Al momento, oímos unos ronquidos muy fuertes que venían del cuarto de mis padres jajaajaja. Qué bueno, no podíamos más de la risa. Y qué tontas éramos de pequeñas que nos creíamos todo... Ya de mayores mi madre nos contó que aquel día mi padre decía "jolín las niñas, pero si es muy temprano", y ella le dijo "verás, ahora se van a enterar" y se puso a hacer esos ronquidos jajajaja.

Seguro que a vosotros no os hace tanta gracia, pero a mi sí me gusta recordar esas Navidades así, porque después ya no fueron igual. Creo que Corazón de León también se reirá, más que nada porque nos conoce a todos, y le costará poco hacerse una idea de lo que vivíamos -como a mi me ha ocurrido al leer su blog hoy. Yo he visto esa foto de la que habla, pero no tenía ni idea de lo que significaba-.

Al año siguiente de saber que los Reyes eran los padres, noté un vacío. Era la ausencia de la ilusión anterior. No sé... fue raro. Yo me enteré a los 8 años. En clase había un niño repetidor que lo fue contando. La primera vez que lo oí, me quedé paralizada, y pensé que cómo había sido tan tonta de creerme esa bola. Vamos, con la de niños que había en el mundo, iban a entregar regalos unos hombres en una sola noche... Imposible. Y ya empecé a atar cabos, como por ejemplo me preguntaba por qué a nosotras nos traían muchas cosas y a mi vecina sólo una muñeca. Si los Reyes eran igual para todos, deberíamos tener el mismo número de paquetes, ¿no? (a eso se le llamaba justicia, cosa que mi madre siempre ha tratado de hacer en casa).

Sin embargo, yo no creía capaz a mi madre de habernos mentido. Ella, con lo pesada que se ponía siempre con lo de la mentira... Y estuve empeñada todas las Navidades en que me diera que sí. Y nada, no lo conseguía. Pero... kamalita ha sido muy avispada desde pequeña. El día 7 u 8 de enero, metí la mano en una jarra que había en el salón, y me encontré los trozos de turrón que le habíamos dejado a los Reyes puestos en los zapatitos. La reacción más instintiva fue la de alegrarme porque les había pillado, pero quedo rota al instante, porque me di cuenta de que se había roto la magia. Salí corriendo a llamar a mi hermana para contárselo, pero como se puso a llorar, mi madre me dijo que me callara. ¡Ains! yo necesitaba como fuera que me dijera un sí rotundo. "¿Sois vosotros los Reyes?" "sí kamala, sí". Pero no había manera.

"Pero mamá lo quiero saber", "¿y tú para qué lo quieres saber?", "porque lo quiero saber" "¿No has recibido regalos todos los años? entonces no te preocupes". "Ya pero... si no me lo dices no sabré qué es lo que tengo que hacer cuando yo tenga hijos". Aquí a mi madre le daba algo de la risa, pero la cabrita aún así no soltaba prenda, y me decía que no me preocupara, que llegado el momento sabría lo que tenía que hacer. Ay, qué desesperación...

Ahora al recordar cómo nos enteramos, a mi hermana le digo que me tiene que dar las gracias porque iba a llegar el día de su comunión e iba a seguir creyendo en los Reyes... Vamos, eso no lo podía consentir yo. Pero el año pasado tuvo mucha gracia. Íbamos por Gran Vía comprando regalos. Más bien ya hartas porque no sabíamos que comprar. Y me salta mi hermana, toda chisposa, que porqué no me callé aquel día, que ahora podríamos seguir creyendo en los Reyes jajajajajaja. ¡Fue muy bueno!

En fin... a ver qué me traen. Ojos Tristes ya me dio el regalo ayer. Si es que no puede aguantar jajajajaja. Es más impaciente que yo. Me parto de risa con esto, porque no me hizo falta suplicarle mucho para que me lo diera adelantado, fue todo cosa suya. Ha sido un regalo muy bonito, y ahora me toca a mi darle el suyo...

Bueno, si no escribo antes del día 6, que os traigan cosas que os gusten mucho. Y vividlo con ilusión, veréis cómo lo transmitis a los demás.

Un beso.

3 comentarios

Alba -

Si que se hace raro si! jaja yo en mi casa AUN hoy por hoy sigo despertando a toda la familia... soy siempre la primera que se levanta, y es que mantenemos la tradición de abrir los regalos todos juntos... de todas formas, yo pillé a mi madre en pleno ajo... pero igual mantengo la ilusión... si es que soy mas boba a veces! jajajaja

Besitos

kamala -

Gracias Pikifiore. Un beso.

Pikifiore -

Jaja,que raro se me ha hecho leerlo en febrero,pero mas vale tarde que nunca.En mi casa pasaba algo parecido,ibamos mi hermano y yo a despertar a los papis y ellos se hacian los longuis...Ahhh,que magia tenia todo antes
Besos