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kamala in Patmos

Cinco sobre exámenes

Cinco sobre exámenes

Me lo he pasado pipa haciendo estas preguntitas. No podía dormir y las he leído en el blog de Cora y me he decidido. No soy tan mala, ¿eh? que yo soy muy buenecita, pero es que siempre me ha parecido algo injusto jugarse todo en un examen.

Por último, veo que me sale un lenguaje algo infantil y risueño al hablar de estas cosas. Si es que estoy mayor... Ya os contaré otro día algo sobre una cena de Navidad. Allá van.

1) ¿Cuándo fue tu último examen?
En junio, no recuerdo ahora el día pero lo aprobé. La presentación del día 7 de julio no cuenta, porque mi tutora ya me había puesto la nota, el tribunal sólo tenía que evaluar si la merecía o no. Y sí, saqué sobre jejejeje.

2) ¿Hay algún examen que recuerdes especialmente por algo?
Me acuerdo de muchos... por poner alguno diré el de física de la carrera. Pensé que iba a ser la asignatura más difícil y hablé demasiado rápido, las he tenido peores. Pero cuando me senté a hacer la segunda parte del examen sabía que me lo jugaba todo en una pregunta, como no la hiciera medianamente bien, no aprobaría. Recuerdo que la releí mil veces, porque era un poco ambigua pero cogí el boli y me puse a desarrollarle toda la teoría. Me ocupó un folio por una cara, cuando debía ser “contestada brevemente” (no hagáis caso nunca de esto, cuanto más pongáis, mejor). Aprobé pero acabé tan harta de la física, que apenas me alegré.

3) ¿Has copiado alguna vez en un examen? ¿Qué técnica utilizabas?
Jolín... qué vergüenza... La pregunta debería ser formulada de la siguiente manera “¿qué técnica no utilizabas?” jajajajaja. Aquí donde me veis era una máquina con las chuletas. Como sacaba muy buenas notas (no siempre copiaba, no os vayáis a creer) los profesores confiaban en mi (pobrecitos jajajaja) y siempre hacía de las mías.

Empiezo a enumerar: el cambiazo. Yo estudiaba, pero como dejaba todo para la tarde anterior al examen, llegaba un momento que ya no podía memorizar más, entonces me copiaba alguna enterita, y si caía en el examen, sacaba esa hojita de la cajonera y la colocaba. Había que hacerlo con ojo, porque la profesora quería que contestáramos por orden para evitar el cambiazo. Pero no sabía con quien estaba dando, con kamalita, que ya podía arreglar bien la letra o dejar huequitos para meter el folio donde le correspondía.

Chivar todo lo que he podido y más. Encima no me corto un pelo, porque soy de las que hablan alto porque prefiero que el profesor se mosquee un poco a estar todo el tiempo “¿¿qué?? ¡¡no te he oído!!, ¡¡repite!!”.

Recuerdo una vez en matemáticas, con 13 años, que nos puso la profe un ejercicio bastante difícil, y me salió a la primera. Yo estaba tan eufórica que me dediqué a pasárselo a mis compañeros. Entregué el examen (siempre he sido de las rápidas), y cuando la monja se estaba dando la vuelta para volver a su sitio, le pasé la chuleta a mi hermana (repitió e íbamos juntas a clase) y casi nos pilla, porque se giró. Qué susto...

Otro día entró un ejercicio que habíamos hecho el día anterior en clase. Super difícil también. Yo dije mientras estudiaba “bua, este como le hemos hecho hoy, seguro que no entra”. ERROR, GRAVE ERROR. Cada vez que algo no me sé o que digo que no entra, cae fijo. Pero fijo. El caso es que entró, y le dije a la monja “Hermana, ¿puedo sacar una hoja en sucio?”. “Sí, claro kamala” (confiaba en mi...). Saqué el cuaderno de mate e intenté memorizar el problema. Por temor a que me pillara no atinaba y no era capaz de aprendérmelo, y mi compañera de delante me vio lo que estaba haciendo y me pedía que se lo pasara. Y yo “calla, calla, que sí, pero calla” jajajaja. Y al final lo copié a lápiz en el propio examen. Fiu, no me pilló.

Otro día en religión (si es que reli era fácil, pero un rollazo estudiarlo) tenía una chuleta en un folio, pero la cabrita de la monja no paraba de mirarme y tuve que arrugarla y guardarla en el bolsillo. No me dijo nada, pero yo estaba como loca por salir de la clase, porque si llega a meter la mano en el bolsillo hubiera visto lo que era, una chuleta.

Uy si mi calculadora hablara... la pobre está más que borrada y requeteborrada jajaja. A ver... bastante teoría y ejercicios tengo que hacer como para luego suspender por una formulita de nada (que no son pocas las que me tengo que aprender).

Un papel escrito pegado con celo a la regla dentro del estuche. La segunda calculadora (llevo dos) con una hojita escrita también.

Un día fue descarado. Odiaba la filosofía con todas mis fuerzas y tenía resumidas todas las preguntas que había que estudiarse para el examen. El profesor, se despistó, y saqué todas las hojas y fui descartando las que no me habían puesto. Puff. Pero muchas cosas las miraba por seguridad, o por si se me había olvidado alguna frase (porque yo lo tenía que poner TODO, no se me podía olvidar nada).

Un día en lengua, con 13 años también, la profe se fue a no sé qué y vino una sustituta a cuidarnos en el examen. Era cosa de diez minutos. Quedaba poco tiempo para acabar, unos 15 ó 20 minutos, y algunos niños ya habían entregado el examen, pero la sustituta no sabía quienes. Los que terminaban, podían hacer lo que quisieran, estudiar otra cosa, o leer, o hacer deberes... y yo, ni corta ni perezosa, saqué mi cuaderno de lengua, y me puse a disimular como si ya hubiera terminado también y estuviera a otras cosas. Ay madre, sólo recordarlo me entran nervios jajajaja. No me pillaron, pero lo pasé muy mal.

En latín nos apuntábamos cosas en el diccionario.

Y yo creo que ya nada más.

4) ¿Eres de los que necesitan altas dosis de valeriana, altas dosis de café o te tomas(o te tomabas) las cosas con filosofía?
Sí, tomo café. Ahora me lo tomo con más filosofía, pero porque tengo más tiempo para estudiar, los exámenes por lo general no son de un día para otro.
Cuando estaba en el instituto, no paraba hasta que no me lo sabía todo, tenía mucha más fuerza de voluntad, mezclada con un amor propio que me impedía bajar del notable.
Aunque he hablado de muchas chuletas, es que las he usado variadas, pero sólo casualmente.

5) ¿Examen tipo test, examen de desarrollo o.. examen oral?
Siempre los prefiero escritos. Los orales te pones nerviosa y se te olvidan muchas cosas, y hablando “redactas” peor lo que quieres decir.

Los de desarrollo se me dan bien porque ando con vista y cuento bien lo que me sé, y lo que no, lo eludo y cosas así.

Los de tipo test... habré hecho como mucho tres en mi vida, uno de ellos en la carrera y creo que son peores, porque las opciones son tan parecidas que te acabas liando y te lo tienes que saber igualmente bien.

Un extra: ¿Cuántos bolígrafos cogías o coges antes de cada examen por si se le acaba la tinta a alguno?
Llevo mi estuche, así que siempre más de dos del mismo color.

My Love

My Love

Cuando encuentras a alguien y ese alguien hace que tu corazón deje de funcionar por algunos segundos... Presta atención... Puede tratarse de la persona más importante de tu vida.

Si vuestras miradas se cruzan y, en ese momento, existe el mismo brillo intenso entre ellas, quédate alerta... Puede ser la persona que has estado esperando desde el minuto que naciste. Si el toque de los labios es intenso, si el beso es apasionado, y tus ojos se llenan de lágrimas en ese momento... Percibe... Existe algo mágico entre vosotros.

Si el primer y el último pensamiento de tu día es esa persona. Si el deseo de estar juntos llegara a apretar tu corazón... Agradece... Del cielo te enviaron un presente divino: el amor.

Si un día se tuvieran que pedir perdón el uno al otro por algún motivo, y en cambio recibes un abrazo, una sonrisa, una caricia en tus cabellos y los gestos valieran más que mil palabras... Entrégate: fuisteis hechos el uno para el otro.

Si por algún motivo estás triste, si la vida te dio un golpe y la otra persona sufre tu sufrimiento, llora tus lágrimas y las enjuga con ternura... Que cosa más maravillosa.

Puedes contar con ella en cualquier minuto de tu vida. Si consigues con tu pensamiento sentir por entero a esa persona como si estuviese a tu lado... Si piensas que ella es linda aún estando con un pijama viejo y su cabello enmarañado...

Si no consigues trabajar bien todo el día, ansioso por el encuentro que han fijado para esa noche...

Si no puedes imaginar, de manera alguna, tu futuro sin esa persona a tu lado... Si tienes la certeza de que verás a esa persona envejecer a tu lado, y aún así, tienes la convicción de que vas a continuar estando loco por ella... Si prefieres cerrar los ojos, antes de ver su partida: es el amor que llegó a tu vida. Las personas se enamoran muchas veces en la vida... Pero pocas son las que aman y encuentran el amor verdadero... A veces la encuentran, pero por no prestar atención a las señales, dejan pasar el amor, sin dejarlo vivir realmente...

No dejes que las locuras de tu día a día te dejen ciego para vivir la mejor cosa de la vida...

Kamala in Patmos

Kamala in Patmos

Cuando empecé la carrera conocí al Gallego. Él era mayor que yo tres años y siempre ha sido, ante mis ojos, un vividor. Por eso tal vez me enamoré de él...
Me hacía gracia su aire de despiste, cuando se dormía en clase y lo que tardaba siempre en contarme las cosas. Eso a veces me llegaba a desesperar. Lo que más me gustaba de él, era que podía hablar de todo, y me enseñó muchas cosas. Aunque sabía que no era para mí, no fue hasta el año siguiente cuando lo comprendí.

El Gallego me hizo dos regalos sin él saberlo. Un día llegó a clase con un libro “Sidharta” y me lo dio. No tardé nada en leérmelo y en él aparecía el nombre de kamala. Ella era la Princesa, la bella entre las bellas y eso nunca lo olvidé. Quién me iba a decir a mi que me iba a sentir tan identificada con ese nombre, que se convertiría en mi otro yo, el que desvela lo que no quiero contar...
El otro regalo fue de nuevo un libro. Me dijo: “kamala, es muy tierno, te encantará”. Tenía razón, es mi libro favorito (mi planta de naranja lima).

Por cierto, él fue el primero en llamarme kamala. Me resultó raro, pero me gustó como me sentaba.

Por esos días descubrí el mundo de internet. Nos fuimos unos amigos y yo a un ciber para ver de qué iba eso de chatear. Al principio me resultó aburrido, pero esto es otra historia... Quedamos en que me inventaría una dirección para hacerme un correo electrónico.

No tenía ni idea de qué poner. El nombre de kamala me vino rápidamente a la cabeza pero... era demasiado corto. Sinceramente, no recuerdo dónde leí el nombre de Patmos. Tal vez apareciera en ese mismo libro... no lo sé, pero un día le conté a una tía mía esto de los correos. Le pregunté que qué tal le sonaba “kamalainpatmos” y ella dijo que era muy bonito, que Patmos le había encantado. Me quedé a cuadros. ¿Qué es Patmos? –le pregunté-. Es una isla griega preciosa. Estuve allí cuando hice ese viaje por Europa. Yo ya no paré de hacerle preguntas, y cuando me enseñó las fotos, decidí sentar a kamala definitivamente en Patmos.

Lo de “in” significa “en”, para que tenga sentido, pero en latín, no en inglés. Era un pequeño matiz que quería destacar.

El libro de Sidharta fue una casualidad desde el principio. Cabecita loca lo tiene en su casa, y un día lo cogí para echarle un vistazo. La persona que se lo regaló, le escribió la dedicatoria más bonita que he leído nunca, por eso cuando el Gallego me lo dejó, supe que debía leérmelo.

Hoy he ido a la biblioteca a estudiar y he cogido algunas guías griegas de viaje. He estado leyendo algo acerca de Patmos para contároslo y en una de ellas había unas flores prensadas del último lector. ¡Qué bonitas! Me las he quedado con la ilusión de que esa persona hubiera estado en realidad en Patmos y me las trajera de allí.

Se trata de una isla muy pequeñita, de 12 km de longitud. Es bastante religiosa, y allí San Juan escribió El Apocalipsis (¡glup! si lo sé elijo Corfú).
Dice que atrae por igual a amantes de la cultura, personas devotas, gastrónomos, gentes ávidas de sol, adictos a las compras, aficionados a la vela, lectores empedernidos y, en general, a los viajeros que tan solo anhelan relajarse. Esto sí que me ha gustado, es lo que quería hacer con el blog y con mi nick en particular, conseguir llegar a todo tipo de gente con mis palabras y que aquí, se sientan a gusto.

La foto no me encanta, pero había poco donde elegir. Por lo menos veis su forma.

¿Sacié vuestra sed de conocimientos?

El amor en los tiempos del chat

El amor en los tiempos del chat

Este ha sido el último libro que me he leído. Lo cogí de la biblioteca porque... bueno, para qué engañarnos, el descubrimiento de internet y todo lo que conlleva, me tiene un poco asombrada.

El libro no está mal, pero me ha decepcionado un poco. Son dos que se enamoran y... sinceramente, yo he tenido conversaciones e emails mucho más interesantes que los que aparecen aquí. Vamos que, podría haber escrito el libro yo con alguno de mis amigos de la red.

Desde el primer momento los autores no se andan con rodeos y se centran en esos dos personajes, en la relación que mantienen entre ellos exclusivamente.

Eso ya no me gustó, porque me pareció un poco difícil que ya te encuentres a gusto con la primera persona que conoces en un chat... pero bueno, es un libro. Sí que me gustó cómo enfoca las cosas que vas sintiendo. Al principio te sientes un poco ridículo por estar hablando con alguien al que no ves y que ni siquiera conoces. Más tarde, te entra esa cosilla de ir a ver si esa persona está, y la buscas, y la esperas. Y te autoconvences de que sólo lo haces por curiosidad, de que se trata de un juego.

Entonces, la relación se puede hacer algo más intensa. Un día, sin darte cuenta, te ves siendo más sincero de lo normal. Tal vez por el conocimiento de sentirte escuchado, tal vez por lo fácil que es hablar estando solo frente al ordenador... no lo sé, pero empiezas a dar más de ti. O puede que sea al revés, que esa persona te abra un poco su mundo y empieces a formar parte de él.

¡¡Aquí ya corres peligro!! Estás hablando con alguien a quien no conoces. Madre mía, ¿y si te engaña? Te sentirías tan mal que después de ser tan sincera te hiciera daño que... decides romper. Que no que no, que esto no puede seguir así. ¿Qué pensarían mis amigos si me vieran?. Pero no lo dejas. Vuelves a ver si tienes un email. ¡Qué palabras tan poderosas! “tiene un mensaje en su bandeja de entrada” Y ya vas rezando para que sea de él.

Te empieza a picar la curiosidad más de la cuenta. Te haces miles de preguntas ¿cómo será? ¿cómo olerá? ¿y su risa? Y os planteáis la posibilidad de veros. Pero no todo el mundo está de acuerdo. Lo que en principio había empezado como una amistad efímera, ahora se está filtrando en tu corazoncito y... ya no estás tan seguro de que sólo sientas amistad. Aquí ya te da un ataque ¿me habré enamorado por internet?.

Esto es algo facilísimo, porque si consigues encontrarte bien con alguien, todo fluye, todo se vuelve agradable a su lado. Empiezas a idealizar, a imaginar... Llega un momento, como en el libro, que te tienes que plantear qué quieres de esa relación, si mantenerla como hasta el momento, o hacerla realidad.

No os voy a desvelar nada más por si alguno queréis leerlo, pero os copio unas líneas que yo misma he sentido. Sí, porque eso es lo más extraño de todo, que a pesar de no ver a una persona, se siente. Se siente su presencia, te provoca sonrisas, a veces hasta te emociona. Creo que internet es la nueva era de los sentimientos, y yo, que era una escéptica de esto, me he dado de bruces, porque aquí he encontrado mucho más de lo que esperaba.
Porque una cosa es la cibervida, y otra, muy distinta, la vida real,
que es donde mil veces te he necesitado durante estos meses y donde, desgraciadamente, te seguiré necesitando los meses que tienen que venir.


Pero hoy me quedo también con esta otra frase:
Acabaré odiando este cacharro que me acerca y me aleja de ti.

Porque aquí, como en la vida real, no se consigue siempre lo que se quiere, y también te sientes decepcionado.

Emotiva o vulnerable

Hoy tenía pensado hablar sobre viajes. Me apetece mucho tener recopilados todos los momentos y las cosas que he visto cuando he estado en otros países. Sin embargo, he recibido un correo que... me ha hecho retroceder.

Antes de seguir diré que titularé los post sobre viajes como Al zafar yafar que significa viajar es la victoria. Y es que así lo creo, de los viajes se aprende mucho, y no sólo por lo que se ve sino por lo que se siente.

Ahora vuelvo con el tema que me ha hecho cambiar la idea de post que tenía preparado para hoy. Yo estaba más o menos contenta, he pasado la mañana tranquila estudiando, después he ido a comprar unas cosas y más tarde me he puesto música. Como ya tenía en mente hablar sobre los viajes, he rescatado todo lo que tenía guardado de Praga, para empezar por ahí. Estaba muy emocionada y sonriente sólo recordando los buenos momentos que pasé allí con mis amigos. Cuando me venía a escribirlo, he leído el correo.

No hubiera sido digno de mención, si no me hubiera dolido algo de lo que ponía. Eso ya me ha sentado muy mal, porque no soporto que me pasen cosas que me quiten ilusión.

Se me viene a la mente un artículo que leí en una revista de psicología. Decía algo así cómo ¿eres emotivo o vulnerable? Me sorprendió la respuesta, sinceramente. Una persona emotiva es aquella que se ilusiona, que siente, que se deja llevar por la pasión... pero alguien vulnerable es el que deja que esa emoción le afecte, y le haga cambiar su estado anímico desde ese momento.

Yo me consideraba hasta ahora una persona emotiva. Siempre que me pasa algo, procuro dejarlo a un lado y retomarlo cuando sea necesario, pero nunca me había impedido estudiar, hacer mi trabajo ni estar atenta a lo que hacía sin ningún problema. Sin embargo es mentira.

Por ejemplo... el día de la presentación que tuve en julio me pasó algo con una profesora, y acabamos discutiendo. A pesar de que salí muy contenta de la exposición, eso ya me dejó mal para el resto del día. Aunque no le daba vueltas a lo que se habló en la discusión, sí que tenía el semblante serio, y sé que en otro momento, me hubieran dado ganas de hacer muchas cosas. Era el último día de clase, ya había empezado las vacaciones, y lo único que me apetecía hacer era tumbarme en el suelo a escuchar música y olvidarme del resto del mundo.

No hará mucho, me alegré no sabéis cuanto de ver a un amigo. Estaba contentísima porque hacía tiempo que no sabía nada de él, y estuvimos charlando. Algo dijo durante la conversación, que me dolió, y ya no estuve igual. Y cuando nos despedimos, tuve una rara sensación y ganas de llorar.

El tema de que me duelan tanto las cosas y que no me lo debería tomar tan a pecho... como que lo dejamos para otro día ¿eh?

Tal vez el email de hoy, no lo he leído con buenos ojos, porque me afectan muchas cosas de mi alrededor. Principalmente que estoy estudiando, y eso me deja muerta. Estar tan concentrada, sin perder el tiempo, con este calor... También Ojos Tristes, que a parte de echarle de menos, sé que la cosa tiene que cambiar, porque yo sigo igual con respecto a él. Encima no me puedo desahogar con nadie, ni siquiera aquí, por que él me lee y me lo trago todo yo sola. Siempre ha sido así, pero hay días en los que me gustaría gritarlo a los cuatro vientos para ver si alguien me da una solución mejor. O a ver si me explican porqué suceden ciertas cosas que no llego a comprender...

El caso es que, resumiendo con el artículo que leí en la revista, me tengo que considerar vulnerable a la fuerza. Pero... no todo tenía que ser malo porque... si me afectan las cosas negativas, las positivas me elevan y me hacen volar.

A lo mejor estoy tan tranquilita, y de repente, ocurre algo inesperado, algo que me alegra y yo... ¡me pongo contentísima! y ya no paro, no me saco eso de la cabeza, y me recreo pensando, sonrío, lo cuento emocionada a los demás... Como lo que voy a hacer ahora, que mientras escribía esto, la misma persona me ha enviado otro email y ha sido un encanto... ¡ains! Me ha dicho unas cosas muy bonitas, me han encantado. Y el detalle de escribirme... uff, me ha leído el pensamiento, porque necesitaba esas palabras de él.
Desde ahora ¡decidido! será mi email favorito suyo, y sé que lo leeré muchas veces, porque estas cosas que me hacen vulnerable de manera positiva, se quedan grabadas en mí. En mí, sí, pero en mi corazón.

Vidente

Vidente

Hace cinco años (madre mía cómo pasa el tiempo) fui a una vidente. Yo no creo mucho en estas cosas, pero como era amiga de mi padre y no me cobraba nada, fui a ver qué me decía.

Cuando llegué a su casa tenía esa sensación de... miedo-nerviosismo, porque se trataba de una auténtica bruja, le faltaba sólo la bola de cristal. Tenía el pelo largo y pelirrojo, con los ojos verdes y una voz muy melosa. Cuando empezamos a hablar, me resultó tan agradable, que me quedé mucho más tranquila.

Pasamos a una habitación que tenía una mesa redonda. Estaba decorada con cuadros de la Virgen, algún Cristo... pero la mayoría eran extrañas, no las sabría catalogar. Oscuras, eso sí. Le señalé un cuadro que me llamó la atención, porque mi padre también lo tenía en casa (en un álbum de fotos, guardado) y giró la cabeza muy deprisa para mirarme, y me dijo que era muy raro que alguien tuviera ese cuadro. Me dio tan mal rollo la mirada que me echó, que lo desmentí: no no, me habré equivocado.

Empezamos la sesión. No me acuerdo bien si usó cartas... pero yo me llevé la libreta roja para apuntarlo todo, para ver si con el tiempo se cumplían las cosas. Me dijo que eso le parecía muy bien, pero yo sé que me mentía jajaja.

Las predicciones fueron:

No fumes nunca, te hará mucho daño porque tienes la garganta muy sensible.
Bueno, esto es verdad, en seguida me pongo mala de la garganta, y fumar no me gusta nada.

Los meses de octubre, noviembre y diciembre van a ser de mucha suerte. Aprovecha para estudiar y a empezar cosas, lo harás con buen pie.
Estábamos en junio, y la verdad es que ahora que ha pasado el tiempo, tenía razón, fueron unos meses muy buenos en cuanto a estudios, aquel año me fue muy bien en la universidad. No creo que por lo que me dijo yo estudiara más...

Tengo una capacidad intelectual muy abierta, coeficiente grande. Nada más conocerme vi que eras buena estudiante. En seguida encontrarás trabajo, rodeada de gente y me sentiré muy a gusto. Tu destino es trabajar y lo harás siempre, serás una gran profesional.
No me dijo nada del otro mundo, me refiero a que mucha gente, nada más verme, me dice eso de que tengo cara de lista o de empollona. Yo creo que tiene que ver la forma de mirar. En cuanto a lo del trabajo, ella no sabía que eso es algo que yo necesito y que me gustaría que fuera así, “estar rodeada de gente”. Y por supuesto que querré trabajar. No sé todavía qué será de mi vida, pero yo no soy mujer de quedarme en casa... la verdad es que esa idea no me seduce nada y después de haber estudiado una carrera, menos (más que nada por el esfuerzo y los años que me he tirado estudiando).

Tienes dos ángeles y un espíritu. Tu bisabuela por parte de madre te protege. A ti y a tu madre. A ella la ha ayudado mucho a través de muchas etapas de su vida. Era una mujer justa, inteligente y demasiado estricta. Como sois parecidas, quizá por eso ella está con vosotras. De los ángeles, uno es el que te hace hacer las cosas convencida, el que no te hace dudar –el de la inspiración-. El otro es el que me lleva de la mano, el que te cuida de accidentes...
La verdad es que acertó con el carácter de mi bisabuela. Podría haberse inventado otra cosa, pero eso de estricta y justa... me sorprendió. Y también lo de que éramos parecidas. Lo de los ángeles... bueno, eso no se puede probar. Recuerdo que a veces se iba por las ramas hablándome de ángeles, espíritus y esas cosas y yo tenía que hacerle alguna preguntilla sobre cualquier tema que me interesara más.

Entre el 2001 y 2002 conocerás nuevas gentes que seleccionarás. En la primavera de 2001 notaré que habré madurado. La gente que te rodea es buena, te aportan algo. Son personas con las que sintonizas y has seleccionado. Conocerás a un chico y a una chica que serán amigos tuyos para toda la vida.
En esto sí que acertó. Soy muy muy selectiva y mis amigos siempre me lo dicen. Tengo buena intuición, y me ha llegado a pasar el llevarme muy bien con una persona, pero no gustarme demasiado sus amigos. El chico y la chica que tenía que conocer... aquel año estuvo plagadito de cambios en mi vida, y conocí a muchas personas, pero no sé quién podrá ser amigo para siempre. ... uno puede que sea el Marine... (a este le tengo que hacer un post enterito).

Ahora llegamos a la parte más interesante: los amores. Me dijo que conocería a un chico calladito, serio, inteligente, intelectual y que se parecería a mi hasta en la forma de estudiar. Que iba a ser flechazo y que su vida iba a girar en torno a mi. Que no me iba a fallar nunca y que él estaría acabando algo y la espera habrá merecido la pena. Bueno, ni os imagináis la de vueltas que le dí a esto. Porque yo no creeré, pero es que se trataba del tema sentimental y... Recuerdo que le pregunté que si era guapo, y me dijo no lo sé hija mía, pero tú vas a estar loquita por él (puso mucho énfasis en lo de loquita jajaja).

La verdad es que aquí patinó de lo lindo, porque conocí a Sam que no era nada nada parecido a mi. Y vaticinar que encontraría pareja era muy fácil si se tiene en cuenta que estaba solterita, mona, y joven universitaria. Vamos que... eso lo podría haber acertado cualquiera.

El caso es que, como he dicho antes, conocí al Marine y al principio pensé que podría ser él. Al resto de los chicos ya los conocía del año anterior, y él era nuevo. Además me estuve fijando en eso de si estudiaba como yo jajajaja. Pero tampoco. No es ni intelectual, ni tan inteligente como para destacarlo, y ni hablar de calladito, porque habla por los codos. Estaba muy pendiente de mi, eso es cierto, y como dijo lo de que estaría acabando algo, al desechar la carrera, no me quedó otra que pensar que lo que estaría acabando con la relación que tenía... ejem... en fin, no digo nada... (Ay, que he dicho que otro día hablo de él...).

El resto de las cosas que me pronosticó hablan de algunos amigos y sobre mi familia. Sólo decir que me aconsejó que mi madre fuese al médico y... ahí acertó. Recuerdo que cuando me lo dijo no me gustó ni un pelo, porque que te diga tonterías del estilo de lo que he contado, no pasa nada, pero atentar contra la salud, me dejó algo preocupada.

Lo dejo ya aquí porque el resto no es muy interesante, pero antes de irme os diré que estoy algo liada con los estudios, que por eso entro menos a vuestros blogs –y al mío, claro-. Perdonad, pero seguid escribiendo.

Un beso.

Before sunrise and sunset

Before sunrise and sunset

Estas películas las he visto hace poco y me han encantado. Se lo comenté a un amigo por email y lo voy a colgar tal cual se lo conté a él, para ver si notáis mucha diferencia con lo que escribo por aquí (en cuanto a las expresiones, a la manera de escribir...).

Son dos trozos de correo. Yo sigo estudiando, pero ya os comentaré algunas cosas cuando tenga tiempo, ¿vale?

El primero...


Ayer fui al video club a ver qué peli me cogía, y descubrí "antes el amanecer" y "antes del atardecer" que fueron dos películas que me recomendó Elchicoresponsable. Decía que me encantarán, porque tienen mucho diálogo, y encima de amor... ¿qué más quiero? Ya veremos, te contaré. No las alquilé al final porque las quiero ver seguidas, así que las cogeré el sábado que hasta el lunes no hay que devolverlas. Es que imagina, veo la primera parte y sé, porque me conozco, que me tengo que dar la panzada a ver la segunda nada más terminar la primera para saber cómo acaba.

Y el segundo

Antes de ayer no podía más y me alquilé la película de Antes del amanecer. No pensé que me fuera a gustar tanto. Fíjate que... yo nunca me compro películas en DVD, pero ésta y la segunda parte, me las pediré para mi cumpleaños. Por cierto, no queda nada, es el día 3 de septiembre.

No sé si recuerdas de qué van, hace mucho tiempo las recomendó Elchicoresponsable -ya te lo dije en otro email me parece-. Son dos chicos que se conocen en un tren, cuando viajaban a través de Europa. Al llegar a Viena él se tiene que bajar, y le pide que si quiere acompañarle durante las ocho horas siguientes que debe pasar allí. Ella acepta.

Increíble que una película entera se base en una conversación continua entre ambos. Representa lo que es para mi el comenzar a enamorarse... el tener siempre de qué hablar, las risas nerviosas... las que el otro provoca... Si las ves, estoy segura de que te encantará la manera que tienen de mirarse, los actores lo hacen genial.

Recuerdo el principio... cuando ven que han conectado en el tren, cuando sienten esa química. Cuando se bajan de él, andando por la calle parecen cortados... y no es que no sepan qué decirse, sino que saben que es una situación un tanto extraña, pero para los dos agradable, y sin saber por qué. Toman un tranvía. Además de todo lo que dice la película, ver Viena le da un toque fabuloso. Me hacía recordar a las calles de Budapest, con los tranvías cruzando a un lado y a otro y el Danubio, que también pasa por ahí.

En el tranvía... juegan a hacerse preguntas. Me gusta la personalidad que les dan a los protagonistas. Ella es inteligente, quiere luchar por sus ideales. Él es... un alma perdida, bastante escéptico pero con el tiempo... sabrá moldearse.

Me enamoré de una cabina donde se metieron a escuchar música. Se miraban de reojo. Cuando veían que el otro les iba a mirar, apartaban la vista. Las sonrisas primeras cuando escuchan la canción...

Juegan a hablarse sin ser ellos, es decir... en un café, ella coge un teléfono imaginario y hace que habla con su amiga. Él se hace pasar por esa amiga, y ella aprovecha y habla de ellos, de cómo se conocieron, lo que le gustó de él, lo que le hace sentir... Después fue su turno. Qué chico más guapo... cómo la mira... qué ojos... ¡ains!

La vi sola en casa, y me alegré, porque estuve muy a gusto, y no me dio vergüenza sonreir y ponerme nerviosa, y dejarme emocionar... ante lo que veía. Me hicieron meterme en su piel y... no sé por qué me llegó tanto, tal vez porque yo soy muy parecida a esa chica, y porque me gustó la relación que tenían, es lo que yo ando buscando (además, tenía mi edad, 23 años).

Fui a llevarla al video club, y... no pude resistirme y coger la segunda parte. De ésta no te contaré nada, sólo que el chico está todavía más guapo (¡¡ay madre!!)(y sus miradas a mi me hubieran atrapado... se le ve enamorado sólo por cómo la mira, eso me encanta).

Sólo te diré... (de la segunda) que me encantó un "lo sé" que comprenderás cuando la veas. Y también una canción, que voy ahora mismo a copiarla en Español e Inglés, para aprendérmela de memoria. Cuando aprenda a tocar un instrumento, esa será la primera.

Me dejo miles de cosas por comentar de las películas, y haber extraído algo de ellas era impensable, porque no hubiera parado. Por eso las quiero tener en casa para verlas de vez en cuando.

Qué palicilla me pongo en los emails jajaja, cómo me enrollo. No sé cómo me aguanta jajaja.

Un beso.

¡¡Hoy es mi cumple!!

¡¡Hoy es mi cumple!!

Así de rico está el mundo que te está esperando para
que te lo comas. Tienes la fuerza, la inteligencia y el
valor que te hacen falta, además de un corazón latiendo
fuertemente (por qué y por quién, es cosa tuya).
Hagas lo que hagas, para nosotros ya tienes la gloria,
te queremos un montón y estás guapísima, así que...
¡¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!!!


Esto me lo escribió una tía mía hace unos años para felicitarme. Me encantó, y lo he querido dejar aquí.

No sé por dónde empezar. Diré que hoy cumplo 24 años y que nací un jueves. Si miro hacia atrás, creo que poquísimas veces he celebrado mi cumpleaños en su día, siempre he modificado la fecha. Cuando era pequeña, como en septiembre no había colegio, lo celebraba en marzo, el mismo día que Luna e invitaba a mis amigos a una fiesta. Y ahora de mayor, me junto con otras amigas para hacerlo a la vez –si es que lo celebramos, porque al final no nos ponemos de acuerdo. Aún así, tomamos algo y nos damos los regalitos-.

De las fiestas que he hecho, recuerdo una, con unos 8 años, que tras llegar a casa del colegio vimos todo precioso. Mi madre había adornado el salón con globos y estaba casi todo colocado, el mantel, los vasos, las servilletas, la piñata... Eran de color azul, creo que de Snoopy y me quedé con la boca abierta. Lo único que me dio rabia fue que mi madre no podía estar, porque trabajaba. No he sido una niña mimada, ni he estado muy enmadrada, pero nunca me ha gustado que me falte mi madre.

Lo que más me gusta de mi cumpleaños son los regalos, pero recuerdo muy pocos. Uno especialmente fue una libretita de crucigramas que vendían de pequeña del Oso Yogui. Llevaba toda la noche del día 2 encima de mis padres: ¿Y por qué no me dais un regalo ya? Por favor, sólo uno ¿Y por qué no?. Pero mi madre era imposible de convencer. Miré a mi padre con ojos de corderito degollado, que sé le que pueden (jajajaja) pero me dijo que no. Al momento, me mandó quitar la mesa, y yo, que siempre he sido muy quejica, me puse a relatar Jolín, pues vaya, no me dais ningún regalo y encima tengo que quitar la mesa, con lo que ¡lo odio!, hasta que mi padre me pidió que recogiese las servilletas, y... ¡ahí estaba la libretita! Qué tontería y qué ilusión me hizo...

Ahora de mayor, me gustan los regalos hechos con las manos. No podía dejar de contaros el detalle de Ojos Tristes. Me ha felicitado con una especie de carta donde habla de mi. Son cosas que ha ido descubriendo a lo largo de este año, porque curiosamente, nos conocimos a finales de septiembre. Se me puso un nudillo en la garganta mientras lo leía, me impresionó lo bien que me conoce aún en cosas de las que no hemos hablado nunca, pero ya sabe cómo pienso. Ha sido precioso... No lo olvidaré nunca... Cuando me tiró de las orejas para felicitarme, no sé por qué número se iba pero interrumpió la cuenta para decirme que me quería. Al llegar a los 23 se me pasó por la cabeza que a esa edad le conocí, y él también lo dijo Veintitrés, aquí me conociste. Qué cosas pasan...

Siempre hemos hecho algo especial en mi cumple, a veces con mis amigos, y otras con mi familia. En la época de los 10 a los 12 ó 13, íbamos al Parque de Atracciones. Qué guay, era genial, pero el mejor año fue cuando mi madre ¡al fin! nos dejó entrar al Pasaje del Terror... Increíble. Llevábamos todo el verano planeándolo, y avisándola de que de ese año no pasaba el que no nos dejase entrar. Cuando llegamos allí... qué nervios... Me acuerdo que chillamos muchísimo, íbamos todos “cagados” jajajaja, unos empujones... casi nos matamos por las escaleras jajaja, el curilla de la Niña del Exorcista nos arañó con una cruz que llevaba (era la señal de guerra que los días siguientes íbamos enseñando al resto de los niños), y al salir, una amiga lloró de lo mal que lo había pasado, jajaja, pobrecita. Fue, sin duda, la vez que mejor me lo pasé, y el Pasaje nunca ha vuelto a ser igual.

No me importa cumplir años, pero noto lo rápido que se me está pasando la vida. No te das cuenta de cuándo las cosas empiezan a cambiar. Antes, los regalos estaban plagados de juguetes... me juntaba con todos mis primos... y no pensaba nunca en lo mayor que era, sino que esperaba ansiosa tener más edad. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que era muy feliz porque sólo me preocupaba el hoy. El mañana era algo que ya llegaría y el ayer, era tan lejano...

A Rainbow no le hace gracia cumplir años. Dice que significa el paso del tiempo, el hacerse mayor, tener más responsabilidades... y bueno, parte de razón tiene. A mi no me gusta ver, por ejemplo, que mi abuela está mayor, ni tampoco la serie de problemas y las decisiones que tenemos que tomar. Algunas cosas son difíciles y se hace duro. Ahora, a veces, nos vemos en situaciones en las que nos toca “estar”, la gente espera de nosotros una respuesta y no podemos eludirla. Si antes te enfadabas con un amigo, duraba poco, se solucionaba con unas paces y al instante, como si nada hubiera pasado. Ahora... hay que hablarlo. Te encuentras con gente que es falsa, o muchas veces eres tú misma la que tienes que ir con una máscara. De pequeña yo no veía hipocresía.

A pesar de todo eso, a mi sí me gusta avanzar en la vida. Lo que ya he pasado me lo sé, no me quiero quedar en ninguna etapa anterior, me gusta ir descubriendo las cosas que trae la edad. Empiezas a separarte de la mano de tus padres, esa que tanta seguridad te daba. Ellos depositan confianza en ti, y como son personas con los mismos problemas que puedas tener tú, se van abriendo, y descubres que tienen también debilidades, que lloran, que no tienen la solución a todos los misterios. Esto asusta un poco, sientes que nada es seguro, pero te hace sentir bien el comprenderlos. Con tus amigos es diferente, vas a otros sitios, se hacen otras cosas... Pero lo que más me ha gustado de hacerme mayor ha sido, descubrir el amor. Ahora no entiendo qué hacía o en qué pensaba antes, porque desde un tiempo a estar parte, todos mis mundos -el real, el virtual, el que sueño, el que me invento o el que me imagino- se mueven en torno a él. Y me encanta. Yo me quedo en mayor, me gusto más.

Y para terminar, como si mi cumpleaños fuese fin de año, me propondré ciertas cosas. Rescataré parte de mi amor propio, recuperaré fuerzas y ganas para estudiar y acabar la carrera, me querré más a mi misma y equilibraré los sentimientos con la razón. Cuando yo esté perfectamente bien, lo estaré también para los demás, lo sé.

Un beso a todos. No me tiréis muy fuerte de las orejas, ¡que llevo pendientes nuevos!

No quiero ver tus ojos de hielo

Jo, no sé qué escribir en el blog. No es que no tenga cosas que contar, pero siempre me salen temas tristes, y eso no quiero.

Hago repaso de todo lo que llevo escrito y... qué pastelosa, cursi y ñoña soy, ¿no? Madre mía, no me aguanto. Y sé que escribo así, por las circunstancias, por lo que toca mi vida. Después de un tiempo, cuando todo se haya pasado, me odiaré al releerme, lo sé.

Este año he descubierto eso de transmitir con palabras. La verdad, antes ni siquiera se me había pasado por la cabeza, aunque sí sentía que leyendo a ciertos escritores algo se movía más dentro de mi. Pero ahora que os leo y sobre todo, que me leéis... alucino.

Entráis aquí y a lo mejor me comentáis:
“kamala, como siempre, dices muchas cosas cuando se trata de sentimientos”
“este post debe estar en cosas del corazón, porque también has logrado alcanzar el mío”
“no es lo que dices, sino cómo lo dices”

Cuando leo estas cosas, me siento desnuda. Como si supierais demasiado de mi. Pero no me importa. Es una de las cosas que tiene el que no nos conozcamos personalmente, que tras apagar el ordenador, estas cosillas que siempre cuesta contarlas, se quedan aquí. En mi vida real prefiero que no noten esta sensiblería mía de la que os digo que estoy harta.

Admiro a Marta y a Rafael. Tienen miles de inspiraciones, pero no sé qué tienen en su vida cotidiana. No sé si tienen pareja, si lo que escriben va dirigido a alguien... Casi siempre son textos escritos de buen humor o con una ternura... que no deja hueco para pensar en negativo. Son optimistas y lo dejan entrever en cada comentario que hacen en todos los blogs donde les veo.

No sé por qué estoy escribiendo esto. Hoy es un día plano. Lineal, de los que no pasa absolutamente nada y nada me perturba. Llevo toda la mañana tranquila, sin alterarme. Sin que haya sentido de manera intensa algo que me bombee fuerte el corazón. Y eso es algo raro en mi, que soy emocional –como ya os dije-.

¿Lo mejor del día? que ya me funciona bien el reproductor de música del ordenador y puedo escuchar una de mis canciones favoritas, “ojos de hielo” de Modestia Aparte. No es lo que dice, porque no presto atención a la letra, pero la música... me encanta. Me acompaña en los días planos. Y en alguna que otra conversación por messenger, escuchada una y otra vez... durante horas y horas... Y los dos la misma, lo que pasa es que tú no lo recuerdas.

Un sentimiento

Llevo tiempo sin escribir, pero la vida no se ha quedado en el día 3.

Cuando os contaba que... de mayores nos pasan cosas en las que nos toca “estar”, os tengo que confesar, que pensaba en la muerte.

Me cuesta escribir sobre esto. A cada frase, me paro unos segundos a pensar y a borrar.

Me parece muy curioso el que estemos algunos de nosotros dándole vueltas a lo mismo en la cabeza. El tema ha pasado en pocos días por el blog de Ezne, de NiCo y en el de Su. También por mi vida.

Hace un par de semanas, fui al hospital para ver a mi abuela. Está mayor, y le costaba mucho respirar. Fue una sensación extraña y pensé miles de cosas durante el tiempo en el que estuve en esa habitación. Pensaba... en lo corta que es la vida, en lo joven que soy y en la suerte que tengo. Y no me doy cuenta. Me paso el día quejándome y sintiéndome mal por no conseguir lo que quiero.

Me dio pánico verla tumbada en la cama, sin ganas de mirarnos, sólo deseando morir.

No sé qué mal ha hecho mi abuela para estar viviendo los últimos días de su vida de esta manera. No quiero pensar que se debe a algo.

De mi alrededor, sólo han muerto dos personas. Y aunque es triste, lo entiendo.

Creo que la muerte de Niña tranquila, me tocó mucho. He hablado poco de ello, pero es algo que tengo dentro y salta de manera permanente en muchas ocasiones. Se suicidó con 18 años. Sólo conozco detalles de lo que se le pudo pasar por la cabeza para hacer eso, pero ninguno estamos seguros de nada, sólo ella lo sabe.

A veces parece que me avisan de que un momento se va a convertir en importante. Recuerdo la última vez que la vi. Salía de un examen y yo estaba en el pasillo del instituto esperando probablemente a alguien, no lo sé. El caso es que ella se paró delante de su clase y pensé en acercarme a preguntarle qué tal le había salido, pero estaba muy triste, no era buena idea, no le habría ido bien. Llevaba un pantalón claro, una camisa roja y una coleta. Bueno... no... esta no fue la última vez que la vi...

Un día en clase, nos sentaron juntas y no paraba de hacerme preguntas sobre lo que el profesor explicaba. Nunca me ha gustado que me hablen en clase, estoy atenta, pero aquel día, no sé de donde saqué paciencia y le iba contando todo lo que no entendía, hasta que el profesor me regañó. Me acuerdo que me sentó fatal que me llamara la atención de esa manera, se puso muy borde, pero ella me pidió perdón, y no tuve corazón para enfadarme con ella. Y menos mal, porque ahora me sentiría fatal al pensar que fue la última vez que hablamos.

Cuando llegué a casa, mi hermana me dijo que me había llamado Angie porque alguien se había suicidado. No me lo podía creer -como dice Su-. No te lo crees. Cuando eres tan joven, piensas que eso sólo pasa cuando alguien es muy mayor, pero con toda la vida por delante, que ocurran estas cosas no tiene lógica.

No voy a contar qué sucedió, porque fue horrible. Sin palabras. Lo tenía todo medido y no flaqueó en ningún momento. Siempre he pensado, que ojalá alguien hubiera hablado con ella para que canalizara toda la fuerza que demostró en hacer lo que hizo, en intentar arreglar las cosas que no le gustaban de su vida. Me impresionó su valentía frente a la muerte, y sus pocas ganas de saber qué pasará en el mañana, cuando ese año odioso para ella, hubiera quedado bien lejos.

Me acuerdo perfectamente de aquel día gris. Parecía que todo sucedía a cámara lenta. Quedar con mis amigos para ir al cementerio... llegar allí... ver a su familia... y a todo el mundo destrozado...

Pensaba en todo y en todos. Los profesores lloraban. Sus hermanas intentaban aguantar lo que llevaban por dentro. Su padre parecía loco hablando con ella. Y su madre, era una maraña de pelos revueltos, mojados por las lágrimas... caída en cualquier asiento y con la desgarradora frase constante que no paraba de repetir una y otra vez entre sollozos... Sólo decía su nombre.

Ese día es mío, forma parte de mi recuerdo y tambaleó la seguridad mentirosa que es el creer que por ser joven, la muerte no toca.

He dicho que pensaba en todos. También en los sepultureros, que hacen eso cada día. Encierran un cuerpo sin vida. Espero que el día a día no les vuelva tan insensibles como para que no les afecte el malestar del resto de personas que están ahí viendo cómo hacen, lo que no soportan ver.

No me quiero quedar con su imagen de aquel día. Hacía honor a su nombre de Niña tranquila. Su aspecto transmitía paz. Pero yo, sin saberlo, había congelado hacía tiempo un momento para recordarla siempre. Fue un día de primavera, éramos más pequeñas y... nos vimos paseando por El Retiro. Sólo nos dijimos hola, y nos sonreímos. Pero ahora, cada vez que paso por allí, siempre miro y retengo unos segundos su imagen en mi cabeza. Y pienso en su voz, para no olvidarla nunca.

No sé cómo al final me he puesto a contar esto. Sólo pensaba dar muchos ánimos a Su, ya que sus dos últimos posts han sido los que han despertado estos recuerdos. Que como he dicho no están dormidos, que siguen presentes en mi.

Creo que empezar hablando de mi abuela, y de aquel día en el hospital, era un pequeño truco que ha usado mi mente, para en realidad hablar de ella. Necesitaba poner en orden sus recuerdos.

Hace unos días, una amiga me llamó para contarme que había muerto una amiga suya. Con 24 años. Y pienso en lo injusta que es la vida, que se la da a quien no la quiere, como a mi abuela, y se la niega, a quien la vive en plenitud.

El post de hoy se podría llamar sentimientos, porque lo he escrito como son ellos. Son tristeza, son ternura, amor y odio. Un desorden y una mezcla de todo. Un sentimiento, es lo que llevamos dentro. Y yo esta vez, he dejado salir, a uno de ellos.

Cinema Paradiso

Cinema Paradiso

... Hay una canción de Cinema Paradiso... que consigue transportarme...
no sé qué me ocurre cada vez que la escucho, que me lleva más allá de mi...
Creo que... me introduzco en tu cuerpo... y voy recorriendo cada rincón...
voy besando tus secretos más íntimos... veo lo que sueñas...
leo lo que piensas... me duermo en lo que sientes...
Al llegar a tu corazón... lo abrazo con ternura...
las notas siguen sonando... y bailo dentro de ti...
y así me quedo como si esos instantes fuesen la eternidad...
Salgo de tu interior mecida en el suspiro de tu risa...
y me paro frente a ti... a mirarte... a enamorarte...
y es aquí... cuando se acaba la música...
y te tengo que dejar...


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Preguntas

¿Cuánto pesa un beso? Depende del tiempo que dure su sabor.
¿A qué velocidad caen las lágrimas? Son más veloces cuánto más quieres aguantarlas.
¿Quién corre más que la vida? Las ganas de salir de ella.

¿Cuánto dura un suspiro? Un suspiro, un instante, su sensación, puede durar hasta días.
¿A qué distancia está el amor? A la distancia justa que separa a los dos corazones.
¿Quién vuela más alto que los sueños? La esperanza de alcanzarlos.

¿Cuánto cuesta la pasión? A veces la vida.
¿A qué altura se encuentra el deseo? Un poco más bajo que los sueños.
¿Quién canta mejor que el silencio? Nadie.

¿Cuánto mide la mirada? Mide hasta tocar los pensamientos a través de los ojos.
¿A qué fuerza obedecen los abrazos? A la fuerza de “yo soy para ti y tú para mi”.
¿Quién se esconde como la felicidad? Se esconde el miedo a cambiar.

Por qué la gente grita

Hoy os dejo un cuento precioso. A mi me gusta mucho, es mi favorito. Se lo conté a un amigo por messenger y lo he querido poner aquí tal cual se lo escribí a él.

Sólo os digo que ayer me hicisteis sentir muy especial. Os he dejado una pequeña respuesta a los dos últimos posts que he escrito. Un beso.


"Por qué la gente grita"

Un día.. el maestro Baba
preguntó a sus discípulos
¿por qué la gente grita?
sus hombres...
pensaron un momento
y uno dijo:
porque perdemos la calma
El maestro, les dijo de nuevo
"sí, pero.... porqué gritamos si tenemos a la persona al lado?
porqué no podemos hablarle en voz baja?
porqué hacemos eso cuando nos enfadamos?"
los hombres...
dieron muchas respuestas.... pero
ninguna de ellas parecía ser del agrado del maestro.....
Finalmente
éste decidió explicarles....
Mirad...
cuando dos personas se enfadan...
sus corazones se alejan mucho...
tanto
que tienen que gritar para poderse escuchar...
cuanto más enfadados estén...
más tienen que gritarse
Y...
qué sucede cuando dos personas se enamoran?...
que no se gritan...
sino
que se hablan... suavemente....
porque sus corazones... están muy cerca
y..
cuando se enamoran más aún....
no hacen falta las palabras...
basta con mirarse...
ni siquiera susurran...
porque hasta el silencio les habla....
así es... lo cerca que pueden estar dos personas cuando se aman....
después el maestro añadió....
no dejéis que vuestros corazones se alejen...
no digáis palabras que os distancien más
porque llegará un día
que la distancia sea tan grande....
que vuestros corazones, quizás
nunca vuelvan a encontrarse....

Sensación extraña

Sensación extraña

No sé... parece que tengo una sensación extraña cada vez que hablo contigo. Es como si ya te conociera. Todos los sentimientos que tenía dentro de mi, van saliendo en cada palabra que te digo, en cada mirada. No sabía que podía llegar a sentir lo que, hasta el momento, me sonaba a utopía de enamorados. Tengo la extraña sensación de que te conozco desde siempre. Te he buscado en todas partes sin saberlo, y al fin, te he encontrado. La extraña sensación también me dice que sientes lo mismo. No sé... me suena raro tu presencia permanente en mi, incluso cuando estás ausente. Desde la distancia me llegan tus palabras. Ojalá que en tu regreso, la sensación extraña desaparezca, y dé paso a un querer estar conmigo, para siempre.

Insomnio

Insomnio

No puedo dormir y hace un calor horrible. Quiero que pase ya el verano porque no creo que aguante tres meses con este tiempo. Además, ni pensar en todo lo que tendré que estudiar bajo el sol abrasador...

No puedo dormir y no sé por qué. Me acuesto pronto para mañana aprovechar y madrugar, pero aunque se me caen los párpados, no logro conciliar el sueño.

“Venga kamala, intenta no pensar en nada”. Y aunque me cuesta, no lo hago. Me pongo música de Ismael Serrano -ya os dije que me había enganchado- pero nada.

Pienso que ojalá fuera invierno y pudiera meterme debajo de las sábanas a llorar. Me gusta sentirme protegida y abrazada por el peso de las mantas. Al segundo, me doy cuenta de que he dicho que quiero llorar. ¿Por qué? ¿Por Sam? No, aunque hoy me he acordado de él, como todos los días, pero no me ha provocado ningún sentimiento fuera de lo normal. ¿Por los estudios? bueno, tal vez un poquito, aunque voy mejor, estoy más concentrada que en el resto del año. ¿Por qué tengo ganas de llorar? ¿Porque no he hablado hoy un ratito con él? no... o eso creo... porque cada vez que venía a mi mente, lo he alejado como he podido.

Pongo la tele. No hay de nada. Sigo con sueño pero no hay rastro de él. Leer no me apetece, porque me toca empezar libro nuevo, y con exámenes no me quiero enganchar.

Hay días en los que me encanta no tener sueño y dedicarme a inventarme historias, pero no es el día. Más que nada, porque no quiero imaginar cosas que no van a pasar, y durante el día, empezar a creérmelas, para después, en cualquier momento, despertar y darme cuenta de que no son nada.

Me gustaría no pensar tanto ni darle tantas vueltas a las cosas. Creo que sería más feliz.

Cuando pasen estos días de exámenes, os pondré al día con mi vida, para que sepáis de lo que hablo, de lo que cojeo. Ahora casi me voy a ir a leer blogs o lo que sea, porque no digo más que tonterías y seguro que mañana me arrepentiré de lo que he escrito.

Un beso a todos, espero que tengáis cerca a vuestra persona preferida. Cuidadla bien.

Tanto dar, me quema

Hola. Siento mucho no escribir a menudo, pero ahora estoy de exámenes, y no puedo tirar lo que llevo por la borda. Tengo pendiente el contestar vuestros blogs, que algunos los he leído.

Veréis, me preocupa un poco algo. Soy una persona detallista, es innato en mi y tengo costumbre de estar pendiente de los demás. Hay veces que lógicamente contamos con menos tiempo, pero bueno, digamos que siempre que puedo, me esfuerzo.

Sin embargo últimamente me canso de no recibir lo mismo. Más que cansarme, me siento mal, porque me da la sensación de que no significo lo mismo para la otra persona.

Sé que hay que dar sin esperar nada a cambio, y así es como actúo. Hago las cosas porque me apetecen, pero... no sé, me cuesta a veces no recibir nada a cambio, no lo puedo evitar.

Me cuenta mi amiga Angie que su novio no le dice apenas “te quiero”. Ella siente la necesidad de decirlo y lo hace, porque le sale del alma, hay momentos en los que se lo pide el cuerpo. Me dice también, que aunque le molesta que él no lo haga, no va a cambiar. Ella es así y va a seguir diciéndoselo tantas veces como quiera, cada vez que lo sienta.

Tiene razón, yo no puedo dejar de hacer las cosas que hago sólo por no recibir nada a cambio. Significaría cambiar mi manera de ser, y luego sé, que lo pasaría peor, porque me pondría límites a mi misma, sufriría por callarme las cosas.

En fin... que creo que se nota que este fin de semana me hubiera gustado recibir algo, ¿verdad?

Os voy a contar algo...

Os voy a contar algo...

Ayer escribí una especie de carta de algo que... me estaba ahogando y quería contároslo. Nunca os he hablado de él, creo que ahora es un buen momento. Le llamo “Ojos tristes”. He pensado en ponerle nombre, porque no quiero que le confundáis con Sam. No tiene nada que ver con él, pero nada.

Hoy he estado hablando con mi mejor amigo. Debíamos aclarar algo, y era por qué nos gusta tanto estar juntos. No hemos llegado a ninguna conclusión, simplemente nos lo pasamos bien, nos reímos, compartimos mil y una historias, pensamientos, cambiamos valores, nos contamos sueños y dejamos que la complicidad, no se detenga.

Ha sido fruto del día a día, de escucharnos mutuamente, de intentar comprendernos, de dar nuestro tiempo para descubrir qué es lo que pasaba entre nosotros. Y así ha sido cómo ha crecido la confianza y un algo inexplicable...

Hoy... me he tenido que despedir de mi mejor amigo. No debo hablar más con él, porque mis sentimientos han cambiado, y creo que desde hace mucho tiempo. No he sabido, ni he querido frenar nada. Era tan bonito soñar con él...

De todo lo que hemos hablado hoy, lo que más me ha gustado ha sido su definición de “estar enamorado”. Y lo que menos, la siguiente frase a eso.

He estado el resto de la tarde con un nudo en la garganta. Tenía que tomar aire con frecuencia para que no se escaparan las lágrimas. Pensaba encima que estaría por ahí pasándoselo bien, y me dolía. Y no quiero que me duela nada. Yo no soy así, siempre estoy alegre y contenta y sé que a él no le gustaría verme triste, por eso tengo que alejarme. Pero qué difícil es...

No quiero seguir hablando porque ahora estoy algo apagada, pero creo que de algún modo os merecéis una explicación de porqué estoy así de vez en cuando, porqué hago esos comentarios en vuestros blogs, y porqué escribo cómo escribo, sobre el tema de olvidar... sobre dar sin recibir... En esto último... no me puedo quejar... él me ha dado siempre mucho, lo que pasa es que para mí ha llegado un momento en que quiero más, y ese más es imposible que me lo dé.

Dejo de hablar ya porque creo que es lo mejor, y releo el post y sé que podría haber escrito de otra manera, dejar por hoy que el teclado lo aporrease mi corazón, y contaros todo lo que me hace sentir, todo lo genial que es, qué tiene que me enamora, por qué me hace reír, por qué es la única persona que es diferente y... Pero no, no diré nada de eso.

Creo que ahora es buen tiempo para recuperarme. Empiezan las vacaciones y no nos veremos. Un poco de tiempo y tierra de por medio, difuminarán mis sentimientos.

La imagen es porque... bueno, he ido con mi corazón en las manos y yo... tan contenta de entregárselo...

Un beso, gracias por escuchar.

Lo mejor que te puede pasar en la vida,
es que ames y seas correspondido.

Describe el eco de tu corazón en la profunda noche

De pequeña me gustaba dormir boca abajo y oír cómo sonaba mi corazón. Me imaginaba que eran los pasos de los camellos por el desierto, que traían a los Reyes Magos de Oriente.

Cuando se me caía un diente, eran los pasos del Ratoncito Pérez... y ahora, son ruidos sordos que me calman.

Pero nunca escucharé un sonido igual al que tenía por costumbre cuando era aún más pequeña... Me levantaba cuando mi madre se había ido a la cama, para que no me regañara, y me sentaba con mi padre a intentar dormir. Es uno de los recuerdos más felices de mi infancia... oír cómo latía tu corazón mientras me acariciaba el pelo y me decía alguna palabra cariñosa... y luego me dejaba simplemente... estar...

Nunca le dije por qué es tan especial

Dice que sin saber cómo, soy capaz de entrar por algún hueco dentro de él, y consigo sacar cosas que nunca hubiera pensado contar... Él tiene la capacidad de hacer que piense de otra manera, aunque no quiera. Me hace dudar de mis seguridades, dejando abierta la posibilidad de que me esté equivocando.
Aún así, no trata de imponerme su forma de pensar.

Creo que él también aprende conmigo. Supongo que eso tiene la amistad...

Me doy cuenta de que quiere que sea mejor persona, porque me quiere.

No le dije que me encanta su forma de ver las cosas... aunque eso suponga que yo pierda algo que quiero oír... o tener de él.

Me gusta la manera en el que me razona todo, sin tratar de convencerme, dándome a elegir...

El modo en el que se preocupa por mi... La manera de hacerme reír...

Nunca le dije que adoro observarle y aprender de él.

Noto que lo que le digo no cae en saco roto... siempre lo piensa y presta atención... y me escucha...

Lo que más me gusta de él es que quiere mejorar, seguir aprendiendo. También, el no querer hacer sentir mal a nadie... Elige las palabras adecuadas para no herir, y para que los otros no las reciban como algo duro.

Nunca me ha hecho sentir mal conmigo misma. Es capaz de pedirme perdón si cree que se ha equivocado.

Es muy responsable.

Nunca le he dicho que... es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo

Nada

Nada

Hoy tenía mil cosas que contar, pero al final no diré ninguna.

Han acabado las clases. Creía que este día no llegaba nunca. Aún me queda exponer un trabajo el jueves que viene, pero por ahora no me preocupa. Aunque me gustaría no tener que acordarme de la facultad hasta septiembre... qué le voy a hacer...

No me apetece hacer nada de nada. Me quedaría en casa todo el día tumbada en la cama y dormir. O simplemente estar tranquila y ver cómo cada vez respiro más despacio.

Necesito encontrar algo que reconduzca mi vida. Estoy perdida. Estoy cansada de todo.

Me encantaría estar sola en casa. O tener algún sitio en el que refugiarme. No tener que fingir que nada me pasa. Retiro lo dicho, pasarme no me pasa nada, es justamente por eso por lo que estoy así.

Quiero un cambio, pero no sé de qué tipo. De momento me voy a la cama, ya lo pensaré otro día.

Un beso... prometo no estar tan decaída mañana.